Relojes automáticos suizos su mantenimiento

En los relojes automáticos suizos su mantenimiento y conservación son fundamentales para que nuestro reloj luzca como nuevo durante generaciones

A continuación te ofrecemos varios consejos básicos que puedes aplicar en tu día a día y que tu reloj mecánico te lo agradecerá con el paso del tiempo.

Relojes automáticos suizos su mantenimiento

Limpiar regularmente:

Es importante mantener tus relojes automáticos suizos limpios de suciedad, residuos o sudor. Para ello puedes utilizar un paño o gamuza suave y seca; y si lo utilizas en el mar o en la piscina, al acabar, pasalo por un chorro de agua del grifo y sécalo posteriormente.

No olvides evitar el contacto directo de tus relojes automáticos suizos con químicos, como disolventes, lejías, pegamentos etc. . . 

Mantén durante todo el proceso de limpieza de tu reloj, la corona cerrada. Así evitarás que entre suciedad o líquidos al interior de la caja.

Evitar cambios bruscos de temperatura y golpes:

Las piezas que forman parte de un reloj automático son sensibles a los cambios extremos de temperatura. 

Lo primero que debemos evitar es exponerlos al sol directo o al frío intenso durante largos periodos de tiempo, ya que esto puede afectar a la viscosidad de los aceites del mecanismo.

Además, intenta evitar golpes o caídas de tu reloj, ya que pueden dañar componentes de su mecanismo.

Almacenamiento adecuado:

Cuando no estés usando tu reloj automático, guárdalo correctamente en su estuche o caja. De esta forma lo protegerás de la luz solar directa, la humedad y el polvo.

Uso regular de tu reloj:

Los relojes mecánicos están diseñados para mantenerse en movimiento. Si no lo usas con regularidad, asegúrate de ponerlo en marcha periódicamente, ya sea de forma manual o través de un rotor para relojes.

La inactividad prolongada, puede hacer que los aceites se sequen y pierdan sus propiedades.

Evita practicar ciertos deportes con tu reloj puesto:

No es recomendable utilizar tus relojes automáticos suizos cuando practiques algunos deportes, como golf, pádel o tenis. 

Al someter el reloj a movimientos bruscos podrías dañar o desajustar la maquinaria.

Corona del reloj siempre cerrada:

Recuerda mantener la corona de tu reloj siempre cerrada, tanto cuando uses tu reloj, como cuando lo tengas guardado en su estuche.

De esta forma evitarás que entre agua, humedad o polvo al interior que puedan dañar partes de su mecanismo.

Mantener el reloj lejos de campos magnéticos:

Es aconsejable mantenerlo alejado de campos magnéticos, como los imanes o el microondas. Estos campos magnéticos, que nos rodean en nuestra vida diaria, pueden desajustar el movimiento hasta el punto de llegar a pararlo.

Si bien algunos relojes están concebidos para soportar estos campos magnéticos, lo mejor y como regla general es evitarlos.

Mantenimiento periódico de los relojes:

Se debe realizar un mantenimiento completo en el servicio técnico periódicamente.

El tiempo te lo indicará la propia marca y Dependerá mucho del tipo de reloj, del uso y del trato que le des.

Aunque lo habitual sería hacerlo entre los 4 y 7 años, si percibes que tu reloj se atrasa o adelanta más de lo habitual, quizá sea un buen momento para llevarlo a su mantenimiento.

El mantenimiento incluirá una limpieza a fondo, sustituir los aceites, cambio de piezas que lo necesiten, ajustar la precisión del reloj, comprobación de la estanqueidad y cambio de la junta de la caja.

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